La celebración del Día del Trabajo por parte del sindicalismo independiente en el Zócalo terminó de manera abrupta, luego de que la estructura del templete que utilizaban los lideres de estas organizaciones se venciera y decenas de personas cayeran al suelo, dejando un saldo de al menos 11 heridos, según la Secretaría de Seguridad Pública.
Sin embargo, personal de Protección civil y de Locatel con radio en mano informaba que los heridos ascendieron a 16, varios de los cuales fueron trasladados a la Cruz Roja de Polanco y al Hospital Magdalena de la Salinas.
Por más de 20 minutos el desconcierto, ataques de histeria, y gritos por doquier se apoderaron de las inmediaciones de la Catedral Metropolitana, donde se instaló el templete que colapsó, luego de que los coples no resistieron el peso, según determinaron los Bomberos que llegaron al lugar para auxiliar en las maniobras de rescate de las personas que quedaron atrapadas entre gritos de dolor.
El reloj marcaba las 12:36 horas, y el acto de conmemoración del Día del Trabajo entraba a su fase final, cuando un fuerte estruendo obligó a interrumpir el discurso del orador en turno, sólo para observar cómo la parte trasera del templete —que aún armaban cuando llegaron los primeros contingentes y donde se encontraban, entre otros los dirigentes de los electricistas, Martín Esparza; de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, y de los pilotos, Fernando Perfecto- se dobló con todo y decenas de personas.
Entre ellas se encontraban varios miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas como Luis Ramírez y Fernando Muñoz, quienes fueron atendidos en el lugar por elementos de la Cruz Roja.
Esta situación provocó que varios representantes de los medios de comunicación, entre ellos una reportera de TV Azteca, Odette del Pino, fueran golpeados por miembros del SME, quienes trataban de impedir que tomaran fotos o grabaran escenas del accidente.
De hecho los sindicalistas le propinaron algunos puñetazos en el rostro, que le hicieron perder el conocimiento por algunos momentos.
Todo ello ante la complacencia de los elementos policiacos del DF, que sólo observaron cómo grupos de sindicalistas golpeaban a reporteros, sobre todo fotógrafos y camarógrafos, y trataban de arrebatarles sus cámaras, sin que intervinieran para impedirlo.
Fueron minutos de tensión donde la paranoia y la violencia amenazaba con desbordar un evento de por sí deslucido y caracterizado por las agresiones verbales y quema de enormes figuras de cartón con la figura del presidente Felipe Calderón, que obligaron a los bomberos a trabajar horas extras, apagando las llamas.
La anarquía y el ulular de las sirenas se hizo presente en el lugar, pero los elementos de seguridad no atinaban a reaccionar. En el templete el orador llamaba infructuosamente a la calma, y solicitaba bajar “con cuidado” a los que aún se encontraban en la estructura.
Varias personas se encontraban atrapadas entre los fierros doblados mientras decenas de brazos trataban de levantar la pesada estructura.
“¡Con las grúas, con las grúas..!”, gritaban desesperados decenas de integrantes del SME a los operadores de esos vehículos que sostenían las bocinas de audio del evento. Pero esas grúas nunca se movieron.
Fueron los bomberos quienes al final lograron desalojar a los heridos y ponerlos a salvo en las ambulancias.
“No dejemos que esto termine con el evento, sigue el concierto de rock que estaba programado…”, arengaban con el micrófono, mientras llamaban a congregarse en la plancha del Zócalo. Ya no hubo ánimo para dicho concierto y la gente se retiró poco a poco de un accidentado evento donde no faltaron los “anarcopunks”, a quienes la policía decomisó tres bombas molotov en el monumento a la Revolución.
Alejandro Páez | 2011-05-02 |