miércoles, 9 de febrero de 2011

TODOS AL CONGRESO

Mañana jueves 10 de febreo la cita es alas 8:00 am en el Congreso de la Uniòn, se suspende lo de el volanteo de mañana al Hospital la Raza pero sigue en pie lo de el viernes al Hospital de Traumatologia de Lomas Verdes.



Presidencia, responsable de mi despido: Aristegui; acusa coartada

Defendió el derecho de cualquier ciudadano y periodista de inquirir al poder.
Alonso Urrutia
Publicado: 09/02/2011 11:49
México, DF. Carmen Aristegui responsabilizó directamente a la Presidencia de la Republica de su despido de MVS radio; desmintió a la empresa de haber roto el código de ética y dijo que la familia Vargas -dueña de la emisora- sabe muy bien que la exigencia de Los Pinos de que diera una disculpa pública era una coartada -porque se sabía que era inadmisible para ella- para precipitar el cese.
En una multitudinaria rueda de prensa en la que hubo decenas de medios nacionales e internacionales, Aristegui planteó que detrás de este suceso se encuentra la indefinición de la renovación de las concesiones a MVS. Por ello planteó a los Vargas restituirla en su noticiario, previa redacción de un nuevo texto, que sustituya al anterior donde se ponía en entredicho su profesionalismo para dejar claro qué fue lo que sucedió y que el tema central son las concesiones.
Aristegui sostuvo que hubo "berrinche" del presidente Felipe Calderón ante el cuestionamiento de un asunto público. Dijo que el despido de una periodista tan sólo por opinar es un tema incompatible con el régimen democrático. "¿Que acaso el presidente Clinton no tuvo que hablar del semen vertido en el vestido de una muchacha? ¿Es que la salud de la candidata presidencial Dilma Roussef no fue tema de debate Público? ¿Acaso las francachelas de Berlusconi no es una tema a debate en su país?".
¿Por qué en México no se puede lanzar un cuestionamiento sobre el presidente, particularmente en un sexenio donde se han tomado decisiones cruciales para el destino del país?, cuestionó.  "La sociedad mexicana tiene derecho a saber con certeza sin ofensas y sin caricaturizaciones sobre las condiciones de salud de quien ha tomado y seguirá tomando todos los días decisiones gravísimas que impactan sobre el destino de una nación, y vaya que si han impactado sobre el destino de la nación las decisiones de este sexenio.
Sin responder preguntas, Aristegui aseveró que detrás de todo esto están las distorsiones provocados por la prevalencia de los intereses del duopolio Televisa-TV Azteca y que impide la entrada a nuevos competidores. Aseguró que esto se vincula a las lagunas legales que el Congreso de la Unión no ha querido resolver y cuyos beneficiarios son precisamente este monopolio.
Las televisoras imponen sus intereses mientras que el gobierno ha convertido la renovación de las concesiones en un asunto político más que jurídico o técnico, como debiera ser en una democracia, expuso.  La familia Vargas, agregó, sabe muy bien que la renovación de las concesiones están en el cajón del presidente.
Aristegui dijo que en la exigencia de la disculpa estaba implícito la humillación del periodista y se sabía que era inadmisible. "Era un texto que yo no iba a leer un texto que ni siquiera había escrito", dijo.
Al argumentar sobre su propuesta de regreso al aire dijo que México no está para seguir perdiendo los espacios que hemos ganado, "el país no está para que nos sigan regateando los derechos que nos pertenece. México atraviesa por un momento crítico, el nivel de descomposición, de violencia y de debilitamiento institucional es profundamente grave como para quedarse parado. Nos necesitamos informados, no nos podemos dar el lujo de tirar por la borda lo ganado."



Nuevo programa matutino-Helguera
Otra pregunta impertinente-Rocha


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Dinero
Los negocios de MVS-Dish
Televisa aparece en el escenario
Obama ya dejó la adicción al tabaco
Enrique Galván Ochoa
En la memoria de la mayoría de los mexicanos quedarán impresas estas imágenes: 1) Carmen Aristegui pide a la Presidencia de la República más información sobre la presunta adicción al alcohol de Felipe Calderón, en su programa de radio y televisión de MVS y Dish; 2) La empresa dice que violó el código de ética y la presiona a que firme una disculpa pública, redactada en términos que de antemano sabía que no iban a ser aceptados por la periodista; 3) La compañía da por terminada su relación contractual, y 4) La vocera de Los Pinos, Alejandra Sota, informa que sus directivos la informaron de su decisión, a la cual Calderón es ajeno. Sin embargo, una parte de la opinión pública cree que el gobierno sí ejerció presión para suprimir uno de los escasos espacios donde se ejercía con libertad el derecho a la expresión. Paralelamente han venido surgiendo algunas informaciones que podrían acreditar que sí existió la intervención que niega la vocera presidencial. Ayer les decía que el grupo de Joaquín Vargas (MVS-Dish) participó en la puja para adquirir Satélites Mexicanos. Hizo una oferta razonable, tratándose de una paraestatal quebrada. Sin embargo, apenas al tomar posesión como secretario de Comunicaciones, Dionisio Pérez Jacome, anunció una restructura a través de la venta del ciento por ciento de las acciones de la empresa. El adquirente fue una sorpresa: Holdsat, una empresa encabezada por un supuesto inversionista nacional, Gabriel de Alba, aunque está en duda, la mayoría del capital es extranjero. Ya me ocuparé del tema con más amplitud, por ahora basta decir que MVS-Dish quedó fuera. ¿Fue una señal del gobierno calderonista a una empresa de medios que mantenía un programa crítico?
Los intereses económicos
Hay otro suceso en el que Televisa irrumpe en el escenario. Televisa ha iniciado una serie de procedimientos legales en contra de un acuerdo de la Comisión Federal de Competencia que permite a Telmex prestar servicios de ventas, facturación y cobranza a Dish. Desde el punto de vista de Televisa, su arreglo no es tan simple. Probablemente Telmex tiene una mayor participación y estaría contraviniendo los términos de la autorización de la CFC. Si Televisa lograra disolver la relación, Dish enfrentaría una situación crítica. No es lo mismo cobrar sus servicios por conducto de la factura de Telmex que hacerlo por su propia cuenta. Y es que Dish ha venido creciendo de manera importante: parecía imposible que llegara a un millón de usuarios, ahora tiene más de 2 millones. Ofrece una tarifa baja: 149 pesos mensuales por 36 canales. La antigua clase media que podía pagar los servicios de satélite y cable –propiedad del grupo Azcárraga– ha devenido en clase pobre alta.
Los favores
Hasta ahí es una guerra entre dos empresas, de las muchas que se libran en las telecomunicaciones. Sin embargo, pudiera existir el interés del grupo de Joaquín Vargas –MVS-Dish– de contar con cierto apoyo de la Presidencia de la República en esta desigual batalla que libra con el grupo Azcárraga. La Comisión Federal de Competencia no es confiable del todo. Recientemente vimos cómo trabajó hasta tiempo extra para autorizar la asociación de Nextel-Televisa a fin de que pudieran competir en la licitación 21 de telefonía celular. A Manlio Fabio Beltrones se le ocurrió la idea de promover una serie de reformas –ley Beltrones– con el propósito de que el Presidente sometiera a la aprobación del Senado el nombramiento de los integrantes de la comisión. No prosperó la iniciativa, fue derrotada por el PAN. El senador sonorense sabe que desde la CFE pueden prestarse favores –o negarlos– a las grandes corporaciones del país. ¿Por qué sólo hacerlos el Presidente?
Jugada equivocada
La vocera presidencial, Alejandra Sota, exhibió, tal vez sin proponérselo, sólo es que no tiene experiencia, al desmañado nuevo aliado como otro sumiso medio de comunicaciones que va corriendo a informar a Los Pinos que se deshizo de un problema. Había rescindido el contrato de Carmen Aristegui. Ya no más preguntas sobre presuntas adicciones ni información crítica. Que no diga entonces que rescindió el contrato por supuestas violaciones a un código de ética, cuando no existieron. El código opera en ambas direcciones. ¿Fue ético que suprimieran un programa, como un tributo para ganar el favor gubernamental? Temo que hicieron una jugada equivocada: el calderonismo los sigue viendo con resentimiento porque contrataron a Carmen cuando ya había conseguido sacarla de la W. Y sigue la amenaza de Televisa. Pedí a los voceros de Telmex y MVS-Dish su opinión sobre este asunto y me dijeron que no tienen ninguna. El de Televisa no contestó.


MVS-Ahumada

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Joseph Westphal utiliza el término insurgencia y pocas horas después se retracta
Narcos buscan el poder en México: subsecretario del Ejército de EU
Foto
La situación en la frontera implicaría una respuesta militar estadunidense, dijo el funcionario de WashingtonFoto tomada del sitio www.army.mil
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de febrero de 2011, p. 5
Washington, 8 de febrero. El subsecretario del Ejército de Estados Unidos, Joseph Westphal, declaró que en México hay una forma de insurgencia encabezada por los cárteles de la droga que potencialmente podrían tomar el gobierno, lo cual implicaría una respuesta militar estadunidense. Sin embargo, horas más tarde fue obligado a desmentir su posición afirmando que su dicho no expresaba la política oficial de Washington.
Westphal, el segundo civil de mayor rango en el ejército, dijo que uno de los flancos estratégicos más preocupantes para Estados Unidos, más allá de las guerras en Irak y Afganistán, es América Latina y particularmente México. “Como todos saben, hay una forma de insurgencia en México con los cárteles, que está justo sobre nuestra frontera. Esto no se trata sólo de drogas e inmigrantes ilegales. Esto es, potencialmente, sobre una toma de un gobierno por individuos que son corruptos”, afirmó.
El subsecretario, quien participó en un foro sobre asuntos de seguridad, realizado en la Universidad de Utah, informó que aunque estaba expresando una opinión personal en torno a la situación en México, dijo que había compartido ésta con la Casa Blanca. Agregó que no deseaba ver una situación en donde soldados estadunidenses fueran enviados a combatir una insurgencia “sobre nuestra frontera… o tener que enviarlos a cruzar esa frontera” hacia México.
Sin embargo, esta tarde, después de que la noticia de sus comentarios circuló en los medios y periodistas interrogaron al Pentágono por sus declaraciones, Westphal emitió un comunicado por escrito afirmando que fue impreciso y que sus palabras no representaban la posición oficial estadunidense.
“Mi declaración… erróneamente caracterizó al desafío presentado por los cárteles de la droga en México como una forma de insurgencia. Mis comentarios no fueron y nunca han sido la política del Departamento de Defensa o del gobierno de Estados Unidos hacia América Latina.
No hablé en nombre del presidente, del asesor de seguridad nacional, del secretario de Defensa o cualquier otro funcionario encargado de establecer y articular la política de Washington. Lamento que mis declaraciones imprecisas pudieran haber causado preocupaciones entre nuestros socios y amigos en la región, especialmente México, indicó.
Casi toda la ponencia de Westphal fue dedicada a los desafíos tanto burocráticos como estratégicos que enfrentan las fuerzas armadas de Estados Unidos en términos generales, sobre todo en las regiones de Medio Oriente y el sur de Asia. Al concluir, un estudiante le preguntó sobre qué puntos ciegos percibía en la estrategia de seguridad internacional.
El ejército de Estados Unidos y el Departamento de Defensa comentaron hoy que por ahora sólo están respondiendo a lo dicho por Westphal, con el comunicado emitido esta tarde.
Sin embargo, no es la primera vez que un alto funcionario del gobierno de Barack Obama ha empleado el término insurgencia para referirse a la situación en México, ni tampoco la primera ocasión en que esas apreciaciones son rápidamente desmentidas.
En septiembre del año pasado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, comentó que los cárteles de la droga se estaban volviendo una amenaza semejante a una insurgencia en México, que controlan ciertos territorios y que el país se parece cada vez más a la Colombia de hace 20 años y por tanto se requiere algo equivalente al Plan Colombia para enfrentarlo (el cual incluyó el envío de militares estadunidenses a esa nación).
Al día siguiente, el presidente Obama dijo que México no se puede comparar con Colombia, mientras otros funcionarios intentaron matizar las declaraciones de Clinton.
Anteriormente, el Departamento de Defensa también ha generado controversias por sus evaluaciones de México, como su informe sobre asuntos estratégicos a largo plazo, publicado en 2008, que desató un debate bilateral sobre si México podría volverse un Estado fracasado.
En ese informe se alertó que el creciente asalto de los cárteles sobre el gobierno mexicano genera preocupación sobre un México inestable, y cómo ello representaría un problema de seguridad nacional de proporciones inmensas para Estados Unidos.
Advirtió que ante un deterioro repentino en México el caos demandaría una respuesta estadunidense basada en las serias implicaciones para la seguridad interna (de Estados Unidos).
Más recientemente, un informe elaborado por el centro de investigaciones del Congreso resumió que algunos analistas, al evaluar las tendencias y dimensiones de la violencia ligada al narcotráfico hoy día, sugieren que los cárteles mexicanos podrían ser similares a insurgentes intentando infiltrar al Estado mexicano, al penetrar el gobierno y la policía.
Por todo lo anterior es cada vez más difícil saber cuál es la verdadera posición oficial de Estados Unidos en torno al asunto de seguridad en México.

Habló el US Army-Fisgón


Guerra antidrogas y distorsiones preocupantes
Joseph W. Westphal, subsecretario del Ejército de Estados Unidos, afirmó ayer, en un foro realizado en la Universidad de Utah, que los cárteles del narcotráfico que operan en México representan un tipo de insurgencia y tienen el potencial para hacerse del gobierno en nuestro país. El funcionario añadió que no le gustaría ver un escenario en el que las fuerzas estadunidenses tuvieran que ser enviadas a combatir en nuestra frontera, en violación de nuestra constitución, o incluso tener que enviarlas a través de ella.
Vistos en forma aislada, los comentarios de Westphal podrían entenderse como una opinión personal –así los caracterizó, de hecho, el funcionario–, ciertamente preocupante y desafortunada, sobre la naturaleza de la inseguridad y la violencia que recorren nuestro país y sobre sus posibles consecuencias. Una consideración ineludible, sin embargo, es que lo dicho por el subsecretario del Ejército estadunidense es esencialmente una repetición, salvo matices, de lo expresado por la secretaria de Estado de ese país, Hillary Clinton, el 8 de septiembre del año pasado, cuando calificó de insurgencia la actividad de los grupos dedicados al tráfico de drogas en México e incluso sostuvo que nuestro país está en situación parecida a la Colombia de hace 20 años.
Resulta difícil, pues, asumir tal coincidencia en la caracterización de lo que hoy se vive en México como producto de la casualidad. Antes bien, dichas declaraciones confirman una visión distorsionada, y compartida por algunas de las autoridades del vecino país, sobre los complejos fenómenos sociales y delictivos que tienen lugar en territorio mexicano. Dicho equívoco se basa, como se mencionó en su momento en este mismo espacio, en un argumento falaz: sostener que, como el narco y las organizaciones insurgentes recurren a medios comunes –en concreto, el uso de la violencia y el control sobre zonas del territorio nacional–, comparten también los mismos fines. El sofisma omite dos datos fundamentales: que los métodos violentos y el dominio territorial son empleados también por actores diferentes de los grupos insurreccionales y la delincuencia organizada –empezando por el propio Estado; y que, mientras el objetivo de los primeros es esencialmente político, la motivación de la segunda es estrictamente mercantilista y de utilidad económica.
Aclaración-Hernández

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